El día nació profundo y criminal
con insolente destello de odio.
La arena del viento pule sus muertos
y retuerce en la calle plural
su hachazo invisible.
Muertos que clavan agujas de siglos;
recuerden que esta raza maldita
devasta sus propios retoños.
Las puertas del odio
nos pierden
la clave de todo.
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