روبين CANCIÓN DEL INMIGRANTE



Sobre el urgente plateado
un hombre nada desnudo.
Es una lengua de luna
Entre dos filos de olas
dos filos cuchillos
bracea.

Porta un árbol de peras
con su almanaque de flechas
y un tambor de apellidos.

Ibrahim, Ismael, Mustafá
son el chorro de estrellas
como gotas de miel
en su árbol de peras.

Un hombre nada,
con su libro de alquimia
nada el idioma absoluto
nada el jardín con naranjas y almíbar
ni el zaguán con hermanas y primas
bajo el cielo nocturno

n  a  d  a

Te digo que flota una patria bajo el brazo desnudo.


.

TEMA PAÍS.


Mi país
ese animal que se disuelve y ya
tal vez aullando se licue
en  lluvia se deshije
por la alcantarilla de toda su política
vale un pájaro carajo y desmadeje
con sus huestes y parámetros
en alguna página leída expire en biblia
con sus billetes patrios se termine
como indica el Manual Patrio
y en la fruta patria del poema también patrio
e intensamente estéril
resucite

ENTRE LAS RÁFAGAS, UNA.




Di tú flecha
¿Cuál es tu codicia?
¿Cruzar el aire hasta mi piel?
¿Viajar adentro de lo que alguna vez pensé?


Mientras me tiemblan las manos,
por escrito me toco lo oscuro. Dibujo.
Y la mato cuando la veo.
.

KA RA DI MA (Fernando Karadima Fariña)

¿Qué sabor tiene de la espiga el borde
donde el grano hincó la hostia
con la furia destetada de nonatos píos?

¿Dónde se ha roto por Dios la primavera
de tu papel higiénico, sin defecar tu ilustre porquería?

¿Qué sabor tiene en la punta de su lengüeteada mórbida
la herida del costado en esa pija pía?

¿Qué cíngulo abrías en el oasis de las dunas
para el engaño de las arcas de blancos calzoncillos y maníes?

¿En qué perforación del cinturón ese pichón
pasó por el agujero sin pagar el diezmo
que incluso cagando no cabía?

Son preguntas que diluvian
bajo el kiosco de la esquina
y golpe en pleno hocico de la misa Karadima.

Bendita orina clara
do Cachupín paró su pata
mejor que tu opaco bautisterio de fanáticas beatas

Los lazos del rosario
a los desnudos pies de sor María
son acólitos que lavan tus pecados

y fueron ellos menos rudos
que el nudo de Gordión
desatando tu feble celibato.

Víctima de madrugada eran los chupones
en los pulpos cuellos de tus púlpitos pupilos
con anales bendiciones

Condenado a la oración perpetua,
pídele perdón al sordo
contemplando la mirada de ese Crío en el pesebre.

NADA SERA TUYO







El día nació profundo y criminal
con insolente destello de odio.


La arena del viento pule sus muertos
y retuerce en la calle plural
su hachazo invisible.


Muertos que clavan agujas de siglos;
recuerden que esta raza maldita
devasta sus propios retoños.


Las puertas del odio
nos pierden
la clave de todo.
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FLECHA

Si una flecha tuya
perfora la luna
acertará en el alma .


Su hoja abierta de par en par
serán tu par de ojos
y un sólo mendigo calado temblando .


La luna hará caso omiso
en la súbita noche
si tus muros palpitan
a mi fantasma ciego .


Es la trampa mortal ese encuentro
de forma sorda
sepultando ese miedo de larva.


Y en la luna con flecha
el mendigo sombrío
libera a su ciego
por la ventana de miedo.
.
.
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VOLANDO EN CASA DE JUAN




La luna quieta y nívea espera un halago en mis versos
pero aporta un espanto hacia Juan.
Veo la luz que es albina apuntando la casa de Juan.
La casa de Juan por supuesto que trae un final.

Un final en tiempos lejanos consume la luz
Me encandila la albina de Juan
o el fondo de luz o del alma ademán
Alguien huye de nieve y de a pie desde Juan
con su abrazo colgado del viento y sin cruz.


Con un final de otros tiempos,
que son los tiempos de Juan
se apaga la luz
que consume la noche de abrazo colgado del blanco viento de Juan.


Renace el miedo de Juan colgado del viento
y el miedo de infancia se niega al largo silencio de Juan
pues conoce los vientos opacos de Juan.
Negado es el blanco de nieve
El miedo blanco de Juan se ha negado.


Cruza la opaca ira de Juan a través de la luz
que es fulgurante en la casa de Juan .


¿Si los sueños de Juan son evocados
quién pensará níveamente en el viento
que había una vez
en los sueños puros de Juan?


Nadie vio a Juan
Ni el miedo nublado que viaja en el día
con un abrazo colgando sin Juan.
Y el muerto de Juan permanece contigo, lector
en su oscuro baúl de San Juan.
.
.
.

ROSARIO




La furia total y no incluida en el poema es mi deseo.


Ese que en las noches
me atrapa subiendo
por tu escala de gata.
¿Tú me crees?


Y la gira y la tuerce Moebius
y no sé si subo
o bajo de cabeza
pues te llevas la rosa de mis vientos
colgando primero y muy mordiendo
junto al esposo que te escolta.
.
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ESE NIÑO ESE JOVEN

1

Un torrente de agua
con su vientre transparente ya me masca
no mi ojo ni mi sometido, si no mi entendimiento
porque siempre tengo claro lo que veo y oscuro lo que entiendo.

LA INFANCIA


2



La infancia y sus propios días
decapitaban y trozaban
las paredes no
los muros no
de un ensueño interpretando mis postales donde soy 
hoy no.
.
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EL CENIT


3

El cenit se pudría sin expectativas
en los cráneos recocidos de docentes,
universitarios todos ellos,
y la escoria coronaba sus peinadas conferencias
y post grados.
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DADO A LUZ


4


El vientre dentro mascó la madre mía
el día que ilumina mi salida es del Enero
y el dolor de lechería ya no es mío
y se avecina sí,  el paso varonil ya se dispara poderoso.
Y yo recién parido
suspendido de mi flaca pata
furioso
rugiendo la palabra sin sentido
para el día en que he nacido.
.
.
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PASO a PASO

5





Pienso;
luego escribo mis pisadas que se anotan.
Pienso en el rocío, el cual no me refleja.


En la calle se pliega
mi edad inmóvil que la pienso,
me pasea, por supuesto.


Los pasos se colocan uno delante del otro
y taconeo como siempre.
Se taconea ardientemente sobre el piso.
Con retornos ruedo muy rotundo
como quiero en la calzada.


Pienso
luego pisoteo y bamboleo.
Pienso y zapateo.
Pienso y freno,
pues no olvido el equilibrio tan precario de mis pasos
como ese clavo
a los pies del Nazareno.
.
.
.

ADIVINADOR

6



La nube se vacía
de par en par hacia la luna
sin olvidar ningún agravio al puto calendario
Y tu insolente rostro me ilumina
abriendo levemente sus telones.
Adivina mentecato.
.
.
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COTIDIANO

7



Y la quebrada
que es sólo un grito
agita su desierto en las murallas de mi frente
Pienso, deletreo:


T  E  R  R  O  R


Pienso y repito las quejas encuestadas
Pienso sobre lo urbano y lo divino
Con sus difuntos datos
Yo no pertenezco. Pienso.
.
.
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EN COMBATE

8


Y allí estaba la distancia que me abrazó parpadeando
y en cada parpadeo me ceñía de batallas.
El combate. La franca hostilidad, sus agresiones
y el misterioso pie forzado de perdones.

Las vaginas y sus tacones de otro día
caminaron por distintas cuerdas indolentes
suficientes y bastantes. Demasiadas.

Un croquis mínimo,
la almohada insobornable de mis noches al fin de cada día
Pero por sobre todo, para qué.
.
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AZAR

9

Siguen las masturbaciones amándome de día
La somera butaca en el recorrido vecindario
tampoco demora al cancerbero cínico
Está muy grave tomando su cerveza
chupando al ardiente fin del pucho
para emitir su antología de la primera peste. Si es para creerle.


Aquí pondré la palabra del primer libro que abra:


S I E M P R E


Y aquí la última palabra del que cierre:


D E S E S P E R A N Z A

¡Qué tremenda suerte!



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ALMANAUTA


I
De un fondo sin alas me estallan raíces
trizando el espacio que dispersa.
Saetera,
tensando la cuerda literal que nos separa me disparas
y tú conmigo por un día más que nos aleja
de tu mano blanda.


Y tú distante
y yo de los azules ojos
que en mi destino de abandono
la luz de mi vacío aclara.


Aquí es Abril roto y tú ya habrás partido.
No hay tiempo, ya he nacido.
En la oficina, la tarde ya está con su cutánea
escupiendo sus sopores
sin sonido.


A las flores de la casa les crecerá un espeso barro
y todas las adorables cosas que dejaste
se morderán muy tristemente
haciéndose amarillas para siempre.


Al reverso de tu noche tenías un abanico envenenando mariposas
y un miedo que yo no conocía a la vuelta de tu cielo me aterraba.
Crecía cada día más 
el fin de tu universo
anunciando aguaceros y tormentas
pero yo no lo sabía.


II
Después de muchos años retomo esta palabra
y cada día que pasa estás más bella
o es sólo el resplandor en la ventana que entornaste.


Quisiera,
si es que vives,
si es que el cielo existe al mismo tiempo
seducir el frío de tus ojos,
que seguirán siendo los azules
sujetar esos cabellos,
purificar del ruido ese silencio
y sostenerlo como un aliento entre mis dedos.


Pero no será posible
pues en verdad quise huir a cada paso del paso que antecede
y ya no puedo recordar esas pisadas que me diste
ni nadie revelará jamás
mi regreso a ese camino...
.
.
.

AZUL VIVECA




Del tubo de ensayo se escapan mis toros, querida
mientras sobre el lecho granito
tú de toros
me roes de azul
Viveca
me roes.


La afonía celeste triza un cristal en lontananza
y tus aguas me aquietan los mares de fondo.
Es todo lo que hubiera dicho en tu morada.


Pero en el fondo
donde inventas de risas y lloros
hay oscuras ruinas
anudando de escarcha como noche de frío
la soga en tu cuello.


Hay un viaje trinando el alma, querida
y sobre tu mejilla dorada
sola y blanda
tu muerte tan oscura.
.
.
.

UN HOMBRE SE APROXIMA


Ese hombre que se arrima trae un arañazo sobre el pecho y esa herida.

En la herida constante se divisan las batallas, cataclismos, bulevares
y matices de un dolor intenso. Ten cuidado;
el hombre se aproxima de costado.

Ese hombre se arrima caminando,
se extiende con su máscara doliente
por la arista en cada esquina. Y esa herida
ya se sale y contamina
Caminando pecho afuera se detiene
asombrada en las vitrinas, a pesar de que el sombrero va lejano
ni le importa.

El hombre continúa dando pasos, serenado
como todo corazón hecho pedazos
sin saber por qué se late;
sale saltando.

Es una herida sorprendente la que acecha solitaria
y rozando las murallas que me laten se me mueve
al ritmo de su propio ángel.

Rasante y ululante me penetra entusiasmada
soy su campo de cultivo
y ha tomado la distancia necesaria 
del hombre que desvía y que se aleja
y se aproxima con tizón arpón a que me mate, bien matado.

Se me mueve, explorando superficies se ha fijado
en mi piel de miel en miel bramando. Me la clavo.


Esa herida unida a su dolor
ya tiene una tijera en cada mano y me posee 

Y de ese hombre y sin aviso me ha clavado sus dolores
pues de aquel
ya estaba muy cansada.
.



EL FIN DE LA HISTORIA


Para morir donde ruge el cosmos, hemos venido.

El mínimo orificio de la duda perdura sobre el hombre con su muerte
para ver si acierta un sólo hueso que lo una,
en el rumor equívoco de la edad, a esa vida.

Al enorme ruido de las aguas escondidas en sus llenos y vacíos
no puedes volver.
Te hundes, en cada cual y en cada uno, pero no en las aguas.

¿Qué pasó contigo? ¿Conmigo?

Suena un disparo en la ciudad desocupada
mal herida vieja iluminada,
hasta el quebranto interminable
y perduran las pisadas en un concierto de relojes repicando.

Un pájaro-raíz busca la verdad de todo aquello
y la piel,
la nuestra,
que presentía su problema redondo,
odia rutinariamente.


¿Qué hicieron conmigo?
¿Y contigo; qué hicieron?



Entrando al sonido de la confusión se nos duplicó el terror
y un horrible ensueño de perfección nos arrancó de cuajo el tiempo
para hacer de nuestra grieta,
un animal opaco y triste riéndose de nada.

Somos
desesperados
desgastados fragmentos desprendidos
de la ceniza lenta de la noche
concebida por fantasmas del lado oscuro de las sílabas
viviendo en los sueños de algún otro. Para eso hemos nacido.
.
.
.

SET UP


La lluvia declama un carillón nocturno
a martillazos  en la campanada de las piedras
y el tiempo desgarra con su apetito sin memoria
aunque se llene de turistas tristes.

Hay un péndulo de arena al acecho  
de las ruinas y posamos.

¿Qué han hecho de nosotros camarada
si no una masa de fracturas aullándole a su propia noche?
Somos ornamento vano.
residuo de  huesos
o desagües.

¿Qué será de mi carcajada compañero
filtrándose en tus grietas?

¿Qué será de mi carcajada bebida por las piedras?
Sedimento y sarro.

¿Qué será de la palabra de María?
Caligrafía apenas 
lo latí cuando aquel día me lloví.

¿Qué será de nuestras vidas sin raíces?
Eran pozas
agujeros.

Lo dicho;
la semilla nada recuerda de nosotros.

Nosotros:
sin palabras en la negrura no nacida
preguntando.
.